¡Desarmar al nazismo y al imperialismo! ¡Por el reconocimiento de la autodeterminación de Donetsk y Lugansk! ¡Por Repúblicas Populares en toda Ucrania!
Declaración CVCI
Putin lanzó una operación de guerra contra el gobierno de Kiev. Su objetivo es desmilitarizar y desnazificar Ucrania. Zelensky ordenó la ley marcial en Ucrania. El espacio aéreo ucraniano fue cerrado formalmente por el gobierno de Kiev, que, sin embargo, ya no lo controla. El ejército ruso está llevando a cabo un ataque exitoso con pocas bajas civiles. Unidades avanzadas de las Fuerzas Armadas rusas avanzan hacia Kiev. Los paracaidistas descendieron sobre la capital. La marina ucraniana fue destruida. Decenas de guardias fronterizos ucranianos huyen a Rusia. Varias unidades del ejército ucraniano abandonan sus posiciones.
La acción militar estuvo precedida por la cacería selectiva contra algunos ukronazis. El 23 de febrero, el Servicio Secreto Ruso (FSB) evitó un ataque extremista en Crimea, preparado por militantes del "Sector de Derecha" supervisados desde Kiev. Se rumorea que el jefe del batallón nazi de la Guardia Nacional Ucraniana Azov, conocido como el “Líder Blanco”, Andriy Biletsky, ha huido a Polonia. Putin dijo que hará justicia a los nazis que han barbarizado el país en los últimos años y los encontrará dondequiera que estén.
Putin se vio sacudido por la demanda histórica de las repúblicas populares de Donetsky y Lugansky de reconocer formalmente su independencia del gobierno de Kiev, lo que hizo el 22 de febrero. El reconocimiento de las repúblicas por parte de la Federación Rusa fue apoyado por los países de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CTO), Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Venezuela, Cuba, Nicaragua, Siria y el gobierno Houthi en Yemen. Pero este importante reconocimiento internacional formal no podía detenerse allí y dejar que continuara el bombardeo pro parte Kiev sobre las repúblicas reconocidas. Eso sería una profunda desmoralización para Putin. Zelensky provocó la reacción militar rusa, no ha podido hasta ahora defenderse de Rusia, y no ha tenido el apoyo militar que esperaba de sus amos imperialistas.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo: "No hay fuerzas de la OTAN en el territorio de Ucrania, ni hay planes para enviarlas allí. Apoyamos a Ucrania, pero brindamos garantías de seguridad firmes solo a los aliados de la OTAN. Lo que estamos haciendo es defensivo". Stoltenberg señaló que el despliegue incluiría parte de la fuerza de reacción rápida de 40.000 efectivos de la OTAN, incluida una unidad altamente preparada de 7.000, en su mayoría franceses, y un ala aérea bajo mando francés. Se reunirá el 25 de febrero para activar un plan de defensa a partir de sus países miembros.
Los medios imperialistas que ahora están desesperados por crear “hechos” inventados para satanizar la operación especial rusa son los mismos que durante los últimos ocho años silenciaron, o al menos minimizaron, las atrocidades nazis contra los pueblos oprimidos de Ucrania. Todo este equipo mediático de guerra imperialista oculta los ataques que sufre la población rusa en toda Ucrania. Y ahora censuran información sobre el hecho de que en los últimos días, con el apoyo de EE.UU. y muchos países imperialistas, Kiev ha aumentado los ataques contra la región de Donbass, golpeando escuelas y hogares. Los principales medios de comunicación ocultan el hecho de que estos ataques fueron iniciados por atrocidades bárbaras como las cometidas contra la Federación de Sindicatos de Odessa, la Casa de los Sindicatos, el 3 de mayo de 2014, cuando 43 personas anti-Maidan fueron torturadas, ejecutadas disparando o quemando vivo mientras estaban presas en el edificio de la Federación que fue incendiado por el “Sector de Derecha”. Otros 174 sindicalistas y comunistas resultaron heridos. Las organizaciones de izquierda, PCU y “Borotba”, fueron las que más sufrieron. La mayoría de sus miembros son los que fueron quemados en la Casa de los sindicatos. Ninguno de estos medios quiere hoy recordar la masacre de Mariupol del 9 de mayo de 2014, cuando más de 100 personas fueron fusiladas por escuadrones de la muerte nazis, en el día de la conmemoración de la victoria de la URSS sobre el nazismo de Hitler en 1945.
La mayoría de la izquierda mundial, que conforma los medios de comunicación pequeñoburgueses, sigue “críticamente” la orientación de los medios de comunicación de la gran burguesía, asumiendo un supuesto tercer campo en la guerra. Defienden un muro ideal al que trepan para no asumir directamente las posiciones del imperialismo, encubriendo su vergonzosa capitulación con una supuesta política contra todos los capitalistas. Esa izquierda que le gusta al imperialismo dice “¡ni Rusia ni la OTAN, por Ucrania!”. Esta izquierda se llama marxista y justifica su derrotismo proimperialista porque Rusia sería “imperialista” por “invadir” Ucrania. Pero esta posición es opuesta a la del marxismo. Para el marxismo, el imperialismo es la política expansionista del capital financiero, que exige el dominio económico sobre otras naciones. Cuando Saddam Hussein invadió Kuwait en 1990, no convirtió a Irak en un país imperialista. Rusia, a pesar de su poderío militar e energético heredado da URSS y desarrollado en los últimos años, es todavía un país atrasado, cuyo PIB es prácticamente del tamaño del de Brasil después de todos los estragos que el golpe de Estado de 2016 contra Dilma y Bolsonaro hicieran contra el país. Putin puede querer ser una potencia imperialista, pero este estatus en la lucha entre estados no depende de su voluntad.
Tampoco estamos de acuerdo con la versión imperialista de que todo comenzó con “la invasión rusa de Ucrania”. La guerra es una relación. Una relación dialéctica mucho más allá de la relación entre Rusia y Ucrania. En primer lugar, es una guerra provocada por el insaciable expansionismo del capital financiero hacia Europa del Este desde la década de 1980, una ofensiva que terminó enfrentando a dos naciones históricamente siamesas, una contra la otra, desde el momento en que desató una insurrección nazi en 2014 contra el gobierno prorruso. Esto también se refiere al futuro de cómo responderá el imperialismo a Putin y cómo responderá Putin a la respuesta del imperialismo.
Los apetitos del capital financiero imperialista no tienen límites. Tras la tragedia de la contrarrevolución en la URSS y Europa del Este, tras 30 años de expansión de la OTAN hacia el Este, de sanciones económicas acumuladas para estrangular a Rusia, en los últimos ocho años recurrieron a utilizar a los neonazis como testaferros en su marcha expansionista al este De los 30 miembros de la OTAN, 14 son antiguos estados obreros de Europa del Este o directamente antiguas repúblicas balcanizadas de la URSS (Polonia, Estonia, Lituania, Rumanía, Eslovenia, Macedonia del Norte, Bulgaria, Montenegro, Albania, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Letonia, .. .). Con la incorporación de Ucrania a la OTAN, nada menos que la mitad de los países de la alianza atlantista estarían compuestos por países capturados al enemigo, al antiguo pacto de Varsovia.
Por todas estas razones, creemos que los trabajadores y las minorías oprimidas se benefician de esta acción antifascista y antiimperialista y por lo tanto deben apoyarla. Así como deben rechazar todas las sanciones económicas del imperialismo para estrangular a Rusia y más aún debemos rechazar cualquier reacción militar de la OTAN, y más allá, los trabajadores del mundo debemos aprovechar la acción militar preventiva-defensiva rusa contra la expansión de la OTAN en sus fronteras y defendemos el pleno derecho democrático de las repúblicas populares de Lugansk, Donetsk, Kharkov y cualquier otra, de todas minorías nacionales por la autodeterminación en relación con el gobierno central ucraniano, títere del imperialismo y xenófobo en relación con los demás pueblos de Ucrania, y la extensión de este derecho a seguir siendo repúblicas independientes o unirse a Rusia, si así lo desean.
¡Defendemos para que el movimiento obrero de cada país luche para que todos los países reconozcan el derecho a la autodeterminación de las repúblicas populares!
¡Defendemos que esta lucha de liberación
nacional, antinazi y antiimperialista se convierta en una lucha socialista por
las repúblicas populares controladas por los trabajadores en toda Ucrania!
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