domingo, 24 de diciembre de 2023

EL SISTEMA IMPERIALISTA EN CRISIS

Sobre el trumpismo, las contradicciones intra-EEUU y la imparable decadencia del sistema imperialista

Christian Romero y Humberto Rodrigues

La crisis de dominación del sistema imperialista dirigido por EEUU se expresa en una nueva guerra fría en contra China, Rusia y sus aliados. Por su vez, este no es el único problema de EEUU. La crisis de dominación externa se empalma con la disputa interna de gran dimensión. La crisis intra-imperialista estadunidense, que no pocos califican de una nueva guerra civil. Entonces tenemos una nueva guerra fría mundial que se combina con una escalada de una guerra civil intra-imperialista.

La corte suprema estadunidense está dando vía libre al lawfare contra Trump, rechazando la “inmunidad absoluta” reivindicada por sus abogados contra el proceso que le imputa por el golpe del 6 de enero del 2021, del cual Trump es responsable.

En un artículo del periódico español “El País” anuncia que el Tribunal Supremo de Colorado rechaza que Trump pueda presentarse a las elecciones presidenciales. Ahí se nota un poco de la parte súper-estructural de la dimensión de esta crisis interna:

“En una decisión bomba sin precedentes que podría alterar el futuro político de Estados Unidos, el Tribunal Supremo de Colorado decidió el martes que no permitirá a Donald Trump presentarse a las primarias presidenciales en ese Estado del Oeste del país. La reñida resolución, que salió adelante con cuatro votos a favor y tres en contra, da por buena la teoría jurídica que considera que la participación del entonces presidente republicano en los hechos que condujeron al ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, que califican de “insurrección”, son suficientes, en virtud de la decimocuarta enmienda, para desautorizarlo como candidato.

La decisión implica en la práctica que el nombre de Trump no puede aparecer en las papeletas de las primarias de Colorado, ni, por tanto, resultar elegido.

Trump no es apenas un candidato más. Es el principal candidato de la disputa presidencial en un momento en que todas las iniciativas militares del imperialismo de la última década y otras anteriores están siendo derrotadas o, como mínimo, empantanadas por la acción coordinada de países oprimidos.

En las encuestas actuales Trump vence no solo todos los adversarios internos del bloque Republicano del imperialismo, pero también los adversarios del bloque oficialista, el demócrata.

Contradicciones internas reflejadas en la superestructura pueden llevar a una parálisis en relación a los competidores internacionales y perder un tiempo precioso en la carrera con estos.

Hoy eso se vio en los 4 años del gobierno de Trump con las contradicciones intra-imperialistas a nivel estadounidense y como ese tiempo fue aprovechado por el polo ruso-chino.

Hay que señalar también que el polo ruso-chino no solo avanzó durante el periodo de Trump sino que también lo hizo en el periodo actual de Biden, esto indica que se trata de una tendencia profunda de reacomodo del capitalismo mundial que va más allá del cambio de los elencos gobernantes, incluso en la primer potencia mundial. En otras palabras con las herramientas políticas, militares y económicas el imperialismo está perdiendo en toda línea la batalla en contra de sus enemigos (Siria, Afganistán, Ucrania).

En este contexto, la violencia brutal de la política de exterminio del sionismo, solo comparable con la propia política del Tercer Reich contra Rusia y sus enemigos internos (judíos, comunistas, gitanos) puede ser una actitud nueva del imperialismo en su desesperación al perder la batalla con sus enemigos. Todavía como la guerra del sionismo está en curso no hay ninguna garantía que esta política bestial del nazi-sionismo pueda alcanzar la victoria. De otra parte Hitler solo fue derrotado por el mayor estado obrero de su tiempo, desgraciadamente hoy los oprimidos no tienen nada parecido con la URSS con iniciativa para intervenir en el conflicto y salvar Palestina de Israel, con esta observación no queremos descarta la combinación de las guerrillas combinadas de Hamas, Hezbolla, Houties, el llamado Eje de la Resistencia apoyado por Irán y los BRICS, más la movilización mundial pro-Palestina en las calles realizar la improbable victoria de Palestina sobre la maquinaria de guerra de Israel.

Tenemos entonces un impase en toda línea y profundo de la política del imperialismo con los oprimidos.



¿Sería republicanos contra demócratas o todos en contra Trump?


Sin encontrar la respuesta para el impase el imperialismo escala su guerra interna, lo cual a su vez alimenta al propio impase en el sistema del imperialismo fragilizándolo en todos los niveles. Hay que destacar que el segundo semestre del 2023 fue extraordinariamente el que tuvo más huelgas obreras nacionales adentro de EEUU en todo lo que va del siglo 21.

En este momento, además de avanzar con la herramienta del lawfare en contra de Trump, la Casa Blanca impulsa un frente único con los adversarios de Trump adentro del propio partido de Trump contra el poderoso enemigo común. El hecho de que componentes orgánicos del imperialismo como la burguesía gusana hoy busque alternativas por fuera del trumpismo como De Santis en la interna republicana refleja que se avanza en un frente único anti-Trump dentro y fuera del partido republicano. Esta es una de las paradojas de la guerra civil en curso, ¿sería republicanos contra demócratas o todos en contra Trump?

El pueblo también hace cálculos políticos. El mismo gobierno que le mata de hambre mientras invierte millones en la industria armamentísticas en guerras perdidas como Ucrania, o evidentemente criminales, como la masacre de Palestina, esta recurriendo a todo tipo de guerra hibrida en contra Tump para no dejarlo ganar. El todos contra Trump alimenta al propio trumpismo.

Biden personalmente teme una victoria de Trump que ya lo amenazó de volver en contra su familia los fallos judiciales por el involucramiento profundo del clan Biden con todo el proceso golpista, corrupto y militarista de Ucrania desde 2014 hasta hoy (el caso Hunter Biden – Burisma).

¿Refleja una política inmediata y desesperada de los demócratas, del clan Biden por su sobrevivencia, o una política necesaria de estado del imperialismo? Si, todas las determinaciones se inter-penetran y conspiran para el mismo desarrollo.

Los demócratas se presentan como únicos capaces de parar un proceso que hasta ahora, con o Trump o con Biden, parece imparable, el avance de los BRICS en el mercado mundial y el retroceso del imperialismo.

A su vez, la victoria de Trump no solo es la victoria de una ala del imperialismo, pero también del sector que en muchos aspectos se presenta como el más radical representante del capital imperialista contra los trabajadores y oprimidos del mundo, del fascismo de matiz bolsonarista o mileista.

El proceso de pérdida del control del sistema imperialista sobre los países oprimidos se mostró imparable después de la guerra en Siria. Este proceso solo puede ser frenado por una victoria del imperialismo sobre los países oprimidos en una tercera guerra mundial. Todavía para ganarles a los enemigos externos y una guerra mundial el imperialismo debe resolver su explosiva disputa interna.

Esto genera brechas en el sistema mundial que pueden y debe ser aprovechadas por el proletariado mundial mas ajá de la derrota del sistema imperialista y de la creación de un mundo multipolar obrero-burgués y a condición de que el propio proletariado internacional se de una dirección que represente sus intereses históricos para sacarse de encima la doble cadena de explotación y avanzar en la lucha contra toda explotación capitalista incluso de los gobiernos burgueses de los países oprimidos.

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