El proceso de adaptación que el altamirismo al parlamentarismo promovió en el Po desde el 83, en la dinámica de su propio desarrollo se llevó consigo también al propio altamirismo. En la subordinación de la actividad partidaria a la conservación y crecimiento de sus espacios parlamentarios se dio origen a luchas de camarillas en donde el sector de Altamira fue desplazado.
LAS MALAS COMPANÍAS MORENISTAS
POTENCIARAN LAS TENDENCIAS OPORTUNISTAS
Esto se profundizó con PO en el FIT se fue adaptando al posmodernismo del PTS con sus reivindicaciones sobre la opresión especial haciendo énfasis en factores identitarios sin eje real en auténticos factores de clase. También en relaciona la situación internacional PO fue asimilando cada vez más un morenismo lavado como se ve en los casos de los estados obreros, Libia, Siria, Ucrania, claudicándole así al imperialismo.
La entrada da del MST, con sus posiciones cipayas frente a los casos como Nicaragua y la salida de la fracción altamirista el FIT- en el que hay que sumar el PTS e IS- consolida su adaptación al posmodernismo pro-imperialista.
La fracción de Altamira propuso reivindicación progresiva en la actual coyuntura argentina como el “fuera Macri” así como el denunciar a un feminismo sin componente de clase que se agita desde el FIT. Con eso dentro del FIT el PO pasa adaptarse definitivamente el rol del morenismo con su volatilidad en función de la opinión publica pequeñoburguesa y su profundo oportunismo.
De ahora en adelante en función de eso es posible que el FIT pasa jugar en Argentina el mismo rol que el PSTU y grupos morenistas del PSOL (vinculados a IS y al MST de Argentina) en Brasil, es decir una izquierda de tipo oportunista y parlamentaria que claudica a la ofensiva ideológica del imperialismo.
Nos dirigimos a los militantes honestos en la base de la fracción altamirista para señalar que una autentica ruptura con el oportunismo y volatilidad pequeñoburgués en que esta hoy el FIT, solo puede ser posible si se pone norte a la construcción de un auténtico partido bolchevique como parte de un reagrupamiento internacional.
Esto se profundizó con PO en el FIT se fue adaptando al posmodernismo del PTS con sus reivindicaciones sobre la opresión especial haciendo énfasis en factores identitarios sin eje real en auténticos factores de clase. También en relaciona la situación internacional PO fue asimilando cada vez más un morenismo lavado como se ve en los casos de los estados obreros, Libia, Siria, Ucrania, claudicándole así al imperialismo.
La entrada da del MST, con sus posiciones cipayas frente a los casos como Nicaragua y la salida de la fracción altamirista el FIT- en el que hay que sumar el PTS e IS- consolida su adaptación al posmodernismo pro-imperialista.
La fracción de Altamira propuso reivindicación progresiva en la actual coyuntura argentina como el “fuera Macri” así como el denunciar a un feminismo sin componente de clase que se agita desde el FIT. Con eso dentro del FIT el PO pasa adaptarse definitivamente el rol del morenismo con su volatilidad en función de la opinión publica pequeñoburguesa y su profundo oportunismo.
De ahora en adelante en función de eso es posible que el FIT pasa jugar en Argentina el mismo rol que el PSTU y grupos morenistas del PSOL (vinculados a IS y al MST de Argentina) en Brasil, es decir una izquierda de tipo oportunista y parlamentaria que claudica a la ofensiva ideológica del imperialismo.
Nos dirigimos a los militantes honestos en la base de la fracción altamirista para señalar que una autentica ruptura con el oportunismo y volatilidad pequeñoburgués en que esta hoy el FIT, solo puede ser posible si se pone norte a la construcción de un auténtico partido bolchevique como parte de un reagrupamiento internacional.
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