En 2019 Bolivia sufrió el golpe de Estado más violento de América Latina de la nueva era de golpes iniciada por la administración Obama-Hillary Clinton (2009-2017), con golpes en Honduras (2009), Paraguay (2012) y Brasil (2016). En Bolivia.
El gobierno de Morales nacionalizó los recursos de petróleo, gas y minerales del país, lo que permitió un crecimiento económico sin precedentes y la reducción de la pobreza extrema en casi 20 puntos porcentuales.
Evo Morales salió victorioso en su reelección, pero fue presionado a renunciar por un golpe cívico-policial-militar de un amplio frente político. Milicias fascistas y policías golpistas, apoyados por las FFAA, amenazaron desde el norte, apedrearon casas y realizaron detenciones políticas contra el MAS y sus aliados. El alcalde de la ciudad de Vinto fue incendiado y la alcaldesa del MAS, Patricia Arce, fue golpeada y arrastrada por las calles, obligada a caminar descalza, cortándose el pelo. Otra banda fascista invadió y robó la propia casa de Evo. Los fascistas quemaron varias banderas de Whipala, de origen andino, uno de los símbolos del Estado Plurinacional de Bolivia y representa el reconocimiento a la diversidad de los pueblos indígenas que habitan ese territorio. 24 personas murieron en los enfrentamientos, 715 resultaron heridas y 50 fueron arrestadas. En Cochabamba, la policía asesinó a nueve simpatizantes de Morales durante una protesta organizada por líderes cocaleros por el regreso del presidente. El nuevo gobierno golpista autoproclamado de Jeanine Áñez emitió un decreto para eximir a las Fuerzas Armadas (FFAA) y a la Policía Nacional de Bolivia de responsabilidad penal por reprimir manifestaciones y liberar el uso de armas de fuego.
Al frente del golpe contra Morales estuvieron la derecha entreguista, militares, milicias policiales, sectas evangélicas, instrumentalizadas por sus propios intereses y los de multimillonarios como Elon Musk, sudafricano-canadiense-estadounidense, dueño de la multinacional Tesla, interesado en apropiarse de las reservas de litio del país. El litio es un metal alcalino utilizado en la fabricación de baterías, cuyas mayores reservas se encuentran en el mundo en Bolivia, aproximadamente un tercio de todo el litio del planeta.
En la retaguardia del golpe, justificando lo, como parte de una supuesta movilización popular y no de la derecha y del imperialismo estuvo el POR boliviano. De defensor doctrinario del Frente Único Antiimperialista, el POR se convirtió en el maquillador de un Frente Único Proimperialista.
Evo Morales fue impedido por la “justicia” golpista de participar en las elecciones e incluso postularse como senador, con una candidatura impugnada por no residir en Bolivia.
El régimen golpista se enfrenta a las contradicciones de la necesidad de restringir la democracia representativa en el país, impedir el regreso de los ex gobernantes populares y al mismo tiempo legitimarse mediante nuevas elecciones para no parecer lo que es, una dictadura del capital y del imperialismo, que busca saquear el agua, el gas, el litio y la fuerza laboral del proletariado boliviano y ni siquiera tolera la convivencia con sectores que buscan reformar la extrema desigualdad que genera la condición semicolonial del país.
Después de meses posponiendo la convocatoria de nuevas elecciones, apoyándose en la pandemia, el gobierno golpista esta con dificultades para censurar y manipular las encuestas que no lo benefician. Peor aún, luego de las elecciones de septiembre, que indicaban una posible victoria, ya en la primera vuelta, de Luis Arce, candidato a la presidencia por el MAS y exministro de Economía de Morales, la derecha se encontró en la urgencia de reunir las fuerzas golpistas en el candidato de la derecha tradicional, Carlos Mesa. Arce apareció con el 40% de las intenciones de voto; Mesa con 26%, el candidato de extrema derecha Luis Camacho, con 14% y Jeanine Áñez, quedó en cuarto lugar, con 10%. Esta situación obligó a Añez, la odiada golpista puesta como presidenta del país con la renuncia de Evo, a renunciar a su candidatura. Para evitar concurrir a una segunda vuelta, el ganador debe obtener al menos el 40% de los votos válidos en la primera vuelta, y una ventaja de al menos 10 puntos para el segundo lugar. A partir de entonces se presentaron otras encuestas, asegurando un crecimiento de Mesa y una segunda vuelta.
El gobierno golpista de Áñez suspendió las operaciones y negociaciones iniciadas por Evo en materia de explotación de litio y en los programas del gobierno presidencial Mesa, Camacho y Áñez (cuando era candidato) defendieron la privatización del litio, la subordinación de los precios en el mercado internacional cotizados en las bolsas de valores. Valora y, como tratando de desenfocar la exploración del mineral, minimiza su importancia para Bolivia.
Arce, candidato del MAS, declaró: “Las empresas que quieran industrializar nuestro litio son bienvenidas, siempre y cuando se empleen y produzcan en Bolivia. Queremos producir nuestras baterías bolivianas para poder exportarlas, obteniendo una alternativa más para la economía boliviana ”, explicó Arce. Planea mantener el impuesto adicional del 32% a los hidrocarburos. En opinión de Arce, el interés extranjero en los minerales bolivianos es tan grande que cualquier exención sería innecesaria y representaría una afrenta a la soberanía nacional.
La mayoría de los gobiernos burgueses de izquierda latinoamericanos creían que se les permitiría gobernar tranquilamente siempre que no rompieran los acuerdos internacionales de dependencia económica con el imperialismo ni amenazaran la propiedad privada de los medios de producción. Tranquilo error. Luego de la crisis de 2008 y la expansión de la influencia de China en el mercado mundial, convirtiéndose en el principal socio comercial, el principal comprador y exportador de los países latinoamericanos, EE.UU. contraatacó derrocando gobiernos que operaban este acercamiento al continente con China.
EL MAS, o MAS-ISPS (Movimiento Al Socialismo - Instrumento político para la soberanía de Los Pueblos) se define a sí mismo como un "instrumento político", ya que funciona simultáneamente como un partido político y una federación de movimientos sociales al mismo tiempo. MAS-ISPS se presenta a sí mismo como diferente de los partidos tradicionales, incluso de izquierda, como el Partido dos Trabalhadores do Brasil. El artículo 42 de los Estatutos disponía que los candidatos en las elecciones nacionales y locales serían elegidos por voto directo en las asambleas. De 1999 a 2002, la mayoría de los candidatos MAS-IPSP fueron elegidos por este método. A partir de las elecciones de 2002, algunos candidatos fueron nominados por Evo. Como partido de movimientos sociales y confederaciones sindicales, MAS-IPSP agrupa a CSUTCB, CSCB y la Federación Bartolina Sisa, la Confederación Nacional de Maestros Rurales, la Confederación Nacional de Ríos y Pensionistas, la Confederación Nacional de Micro y Pequeñas Empresas (Conamype ), la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin, que dice tener alrededor de 40.000 socios) y la combativa Central Regional de Trabajadores (COR) de El Alto. La Central Obrera Boliviana (COB) y el Consejo Nacional de Ayllus y Markas de Qullasuyu (CONAMAQ) no son parte del MAS-IPSP, pero han apoyado críticamente al gobierno.
El MAS-ISPS tiene su origen en la organización de los trabajadores cocaleros de la región del Chapare, bajo el liderazgo de Evo Morales en 1987 como Movimiento al Socialismo-Unzaguista. La victoria electoral y el mandato de casi 14 años de Evo fueron apoyados por la lucha de los trabajadores pobres y las poblaciones indígenas bolivianas. El MAS afirma ser heredero de la Falange Socialista Boliviana (FSB), partido fundado en 1937 por Oscar Unzaga, que propuso un nacionalismo boliviano opuesto a corrientes extranjeras como el capitalismo, el marxismo y el fascismo. Debido a esta tendencia, el gobierno del MAS promovió varias nacionalizaciones, de hidrocarburos, especialmente del gas, principal fuente de divisas del país. Se nacionalizaron las filiales de la hispano-argentina Repsol YPF, British Ashmore y British Petroleum y el consorcio peruano-alemán CLBH; transformó la estatal YPFB en una corporación para dirigir la nacionalización del petróleo y creó la Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos (EBIH). El estado boliviano adquirió el 100% de Compañía Logística de Hidrocarburos (en manos peruanas y alemanas) y la compañía telefónica Entel, subsidiaria de Italian Telecom. Recuperó la participación mayoritaria (50% + 1 participación) de las petroleras del Chaco, de Panamerican Energy (del grupo British Petroleum); Nacionalización de la empresa Andina, filial de Repsol YPF; y Transredes, un transportador de hidrocarburos propiedad de la británica Ahsmore y la angloholandesa Shell. Evo nacionalizó la mina de estaño de Huanuni; la petrolera Chaco, propiedad de British Petroleum (BP) y la argentina Bridas, a la que acusó de tomar 277 millones de dólares del país en 2008. El gobierno boliviano expropió 36.000 hectáreas de tierra a los terratenientes (15.000 de la familia estadounidense Larsen Metenbrink ), acusándolos de someter a los indios guaraníes a servidumbre. Promovió la expropiación de las acciones de cuatro filiales de la energética española Iberdrola; Air BP, subsidiaria de British Petroleum y dedicada a la distribución de combustible en los aeropuertos de Bolivia. Morales nacionalizó cuatro empresas eléctricas: Corani, participada al 50% por Ecoenergy International, filial de la francesa GDF Suez; Guaracachi, cuyo principal accionista (con el 50%) era la británica Rurelec PLC; Valle Hermoso, cuyo 50% del capital estaba en manos del Grupo Generador Boliviano de la Panamericana de Bolivia; y la cooperativa de distribución Empresa de Luis e Ferza Eléctrica de Cochabamba. Evo Morales expropió las acciones de Red Eléctrica Española (WEEE) en Transportadora de Electricidad (TDE). [1]
A pesar de todas estas y otras medidas progresistas, el gobierno del MAS forma parte de gobiernos que no estaban preparados para enfrentar la reacción y el resentimiento del imperialismo, la burguesía y las clases medias locales. Cayó fácilmente bajo la presión del movimiento golpista, luego de hacer concesiones a presiones de la derecha proimperialista como en la entrega del refugiado político Cesare Batistte, ex activista del grupo Proletarios Armados por el Comunismo, para la condena a cadena perpetua por el imperialismo italiano.
El rechazo del MAS al marxismo, el fracaso en identificar al imperialismo y el capitalismo como enemigos y la incomprensión de la lucha de clases pasó factura. Cuando se levantaron los golpes de Estado, la resistencia y aplastamiento del golpe que no fueron preparados por una década y media de gobierno favorecieron al enemigo.
El gobierno del MAS es parte de esos gobiernos que no estaban preparados para enfrentar el golpe y cayeron fácilmente. Diferente sucedió con la Venezuela de Maduro, que anuló prudentemente los poderes del congreso de mayoría golpista con una asamblea constituyente y armó a parte de la población trabajadora para defenderla política y militarmente, aunque Venezuela sigue siendo vulnerable por no avanzar en la expropiación social y económica de la burguesía golpista.
Cuando Evo y MAS reconocieron su error, ya era demasiado tarde. En enero de 2020, una radio boliviana transmitió una grabación en la que Evo reiteró que había sido víctima de un "golpe de Estado" durante una reunión con simpatizantes en Argentina. Y asegurando que
"quiero que ustedes sepan que en poco tiempo, si yo vuelvo o si alguien vuelve, tenemos que organizar, como Venezuela, las milicias armadas populares."
Sin embargo, presionado por el gobierno golpista y la opinión pública burguesa, Evo replicó en una carta que decía:
Los trabajadores, que son los mayores perdedores en el proceso golpista, deben tener como táctica un frente único antiimperialista en estas elecciones, con el voto en la candidatura del MAS, pero sin alimentar ilusiones de que esta victoria será respetada por los golpistas y simultáneamente deben luchar por ir más allá del limitado programa del MAS a través de huelgas y luchas callejeras por el desarme y la expropiación de los golpistas.
Notas
1. https://www.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/empresas-nacionalizadas-durante-los-mandatos-de-evo-morales_MZ2g1pEpcncA9nan9xzzM7/
2. https://www.dw.com/pt-br/evo-recua-e-diz-que-n%C3%A3o-pretende-mais-criar-mil%C3%ADcias/a-52035045
"Hace unos días se hicieron públicas mis palabras sobre la formación de las milicias. Me retracto de ellas. Mi convicción más profunda siempre ha sido la defensa de la vida y de paz." [2]
Los trabajadores, que son los mayores perdedores en el proceso golpista, deben tener como táctica un frente único antiimperialista en estas elecciones, con el voto en la candidatura del MAS, pero sin alimentar ilusiones de que esta victoria será respetada por los golpistas y simultáneamente deben luchar por ir más allá del limitado programa del MAS a través de huelgas y luchas callejeras por el desarme y la expropiación de los golpistas.
Notas
1. https://www.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/empresas-nacionalizadas-durante-los-mandatos-de-evo-morales_MZ2g1pEpcncA9nan9xzzM7/
2. https://www.dw.com/pt-br/evo-recua-e-diz-que-n%C3%A3o-pretende-mais-criar-mil%C3%ADcias/a-52035045
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