Masa, el actual ministro de economía, representa a la fracción burguesa argentina asociada al comercio e inversiones con el sector del imperialismo estadounidense que tiene intereses industriales en Argentina. Con Biden, post-Trump, tiene más perspectiva esa fracción imperialista que tiene intereses industriales en Argentina, que, a su vez, tiene un déficit comercial crónico con EUA.
Hoy, desde el elenco de gobierno de Alberto Fernández se apunta a desbloquear el comercio con Estados Unidos para bajar el déficit comercial de Argentina con los propios Estados unidos y atraer el interés estratégico del imperialismo estadounidense a recursos neurálgicos como los hidrocarburos de Vaca Muerta y el Litio.
Como habíamos señalado en agosto de este año la asunción de Masa representa un giro pro-estadunidense del gobierno del Frente de Todos.
Eso es por la falta de complementariedad de su base agropecuaria – Agro de franjas templadas- a pesar de eso o más bien precisamente por eso en la exportaciones argentinas a EEUU tienen un peso relevante las exportaciones de origen manufacturero. Esta es la base por comercio e inversiones de intereses industriales de EEUU en Argentina. De Mendigurenel actual secretario de Industria de Alberto Fernández está inserto en esa tendencia a nivel de lobby y corporaciones...
Las exportaciones manufactureras de Argentina a EEUU constan de aluminio, acero, manufacturas de fundición de hierro, etc.
El importante porcentaje de la exportación de manufacturas de origen industrial de argentina a EE UU no niega si no que se encuadra en el rol central de las exportaciones de aceito crudo de petróleo o minerales precisos.
De Mendiguren apunta a con Biden un destrabar mayor de las exportaciones argentinas al mercado estadounidense /si bien no es un proceso lineal como se ve en las recientes medidas proteccionistas de EEUU contra las exportaciones vitivinícolas argentinas. En este caso la medida impulsada por el lobby y las corporaciones vitivinícolas de California.
Masa acede con acuerdo del kirchnerismo
CFK hoy sigue el modelo Lula – Alckmin, que demostró ser viable bajo el ala del imperialismo estadounidense representada por Biden. En ese sentido el kirchnerismo se acerca al masismo y apunta a competir con el candidato de Juntos – sea o no Macri – en un contexto de fuerte polarización electoral.
Eso – por ahora – se ve favorecido por la inexistencia de terceras vías que presenten a una Argentina provincial y productiva que se está impulsando por la demanda del oriente. Este sector mismo hasta ahora no tiene representante de relevancia de cara a las elecciones del 2023, lo que pueda suceder en un futuro próximo con esta tendencia no podemos preverlo.
En ese contexto y como réplica del modelo Lula – Alckmin, CFK se está impulsando un acercamiento entre el kirchnerismo y el massimio dentro del Frente de todos para reditar bajo la era Biden el modelo Lula –Alkim en Argentina.
Hoy se está barajando la posibilidad de una fórmula presidencial CFK-Masa, si bien es prematuro el saber si esa tendencia se consolidara hacia el 2023, es obvio que eso depende de la posibilidad de Masa como ministro de economía de mostrar una gestión con números “aceptables” sobre todo en relación a la inflación. Lo ya concreto es que hoy estamos ante una convergencia entre el kirchnerismo-derechizado- y el masismo.
También como ejemplo e la derechización de CFK hay que poner el incluir en su discurso el tema de la “seguridad” reclamando la presencia de la gendarmería en los municipios del Gran Buenos Aires.
Es ante esta derechización pro-imperialista del kirchnerismo que los trabajadores de vanguardia deben redoblar esfuerzos en la construcción de un partido que defienda los intereses inmediatos e históricos de la clase trabajadora única forma de hacer efectiva las reivindicaciones nacionales de lucha contra el imperialismo.
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